Empezando por el fin.

Y todo empezó como suelen durar las cosas más bonitas: con una gran sonrisa.
Una sonrisa en su cara que desencadenó una en la mía inevitablemente. Un gesto que continuó en nuestro día a día por un tiempo.
Y todo duró lo que suelen durar las cosas bonitas: menos de lo que se pretendía.

Era un miércoles y hacía frío.

Y aunque ya no es miércoles,  el frío sigue. Sigue haciendo mucho frío.

Nueva adicción.

Y asi es como de repente conoces a una persona que lo cambia todo, lo revuelve todo para volver a colocarlo en un orden totalmente diferente. Pone patas arriba tus pensamientos y boca bajo tu mundo. Viene sin pedírselo, para quedarse, eso seguro. Cambia tu forma de concebir ciertas cosas, te hace replantearte todo.
Culpa suya es esta sonrisa, esta que está dibujada permanentemente en mi boca, esta que nadie me puede borrar. Esa cara de tonta que se me queda cuando leo su nombre o cuando le veo llegar.
¿Qué me está pasando? Tienes la culpa de mi felicidad.

Carpe diem.

Hoy me levanté con la sensación de que había perdido mucho, no hoy, si no toda mi vida. Siempre pensé que podría aprobechar más el momento y hacer las cosas mejor, pero hoy, ese sentimiento me pesa más que nunca. Me levanté como siempre, misma hora, misma cama, mismos planes; pero sin embargo algo era diferente, no era la misma esencia. Estaba perdiendo el tiempo.
Los segundos pasan y no vuelven, y esos 5 minutos de más en la cama son los que hacen que pierdas un bus o llegues tarde a alguna cita. Esos son los 5 minutos, que sumados a otros tantos cada día, desearías tener en otro momento para pasarlos con una persona especial, para hacer un trabajo que no te da tiempo a acabar.
No nos damos cuenta pero, incluso mientras estoy reflexionando esto, estoy perdiendo un tiempo que quizás algún día no tenga y desearía no haber gastado aquí.
Sal ahí fuera y disfruta de cada momento, de cada pequeño instante, porque, ¿quién quiere aburriemiento pudiendo tener diversión?

Vuelve.

No es que se fuera, es que ni si quiera la vi marchar. Como otras tantas veces, cuando iba a buscarla ya no estaba. Se fue.  Partió como un tren sin destino concreto, se fue para volver, quién sabe cuando, quién sabe por qué. Se que es bueno para ella que no esté aquí, se que necesita volar, aprender por sí misma. 
No es que se fuera, es que yo me quería ir con ella, y ser libre por un momento y acompañarla de la mano por el duro camino que la queda. Quizás, cuando menos me lo espere, tenga noticias de ella.
No es que se fuera, es que me he quedado yo aquí sin ella.

No one knew I had my only one.

Time goes as fast as it can, but not enough, or maybe it goes too fast.  I can’t almost remember if it was a coincidence or we had it planned. I just know that I’m here and you ‘re there, but we still have our love, don’t we?

Se está gastando el tiempo.

Te vas. Vuelves. Te quedas. Te vas. Y vuelta a empezar.

Que sí. Que no. Que sí, te quiero. Te odio. Te vuelvo a querer.

Ya no estamos en el colegio, ya no somos niños pequeños. Las decisiones se tienen que tomar, se tienen que enfrentar. Cambiar de opinión de un día para otro no está dentro de las posibilidades.

Sí, es duro, pero a veces tienes que elegir.