Y otra vez se repite la situación: Yo, un teclado y una hoja
de texto en blanco. Por mi mente pasan ahora cienes de palabras que podría
decir, como una avalancha, una ráfaga incomprensible. Ni siquiera se muy bien
por donde empezar, ni siquiera se muy bien que estoy haciendo, la verdad.
Podría describirlo como un intento de hacerte saber algo, pero ¿el qué? Qué se
yo, si desde hace poco para aquí me encuentro descolocada dentro de mi realidad.
Algo es seguro, quiero hacerte saber que no me olvido de ti, ni creo que lo
haga, por muchos 23 de Mayo que pasen, de eso estoy casi segura al cien por
cien.
Siendo sincera, me encantaría saber que es lo que pasa ahora mismo por tu
cabeza, en qué estas pensando, cómo ves todo esto, que quieras o no, ha pasado.
Creo, o al menos eso es lo que quiero pensar, he sido bastante sincera, de esto
y de todo, pero creo que algo se me escapada, algo no me encaja y quizás sea
porque tú te has podido callar algo.
En un día así pasan muchas cosas por mi mente, muchos
recuerdos, imágenes, palabras, risas. Momentos de tristeza, alegría, lujuria,
enfado, confusión,… de complicidad. Haciendo balance, no puedo negar que lo
positivo gana a lo negativo, por mucho.
Ahora sin embargo, aquí estoy, buscando palabras, descantando
esas que no tienen sentido aquí, intentando ser clara, o al menos intentando conseguir
que tú me entiendas, que con eso vale. Quizás nunca me he dirigido a ti de esta
forma, y no sepas muy bien por donde voy a salir, pero confío en que mis
palabras, palabras cargadas de qué se yo, porque ya no se cómo podría describir
lo que eres para mi, te hagan al menos pensar en ello. Pues siendo sincera,
nunca he tenido una amistad así. De esas en las que te dan ganas de abrazar y
matar a la misma persona en un mismo día, incluso en un mismo momento.
Creo que empiezo a encontrar las palabras adecuadas… Te echo
de menos.
Felicidades.