Bésame de una vez.

Eres tú, el que consigue hacerme subir  lo más alto para después bajar en caída libre, surcar los cielos y más tarde hundirme en lo más profundo. Tú, que solo con tu presencia amenizas cualquier agonía y, sin embargo, eres capaz de causa el dolor más profundo. Ese que siempre está, aunque parezca a veces ausente. Esa persona que solo yo conozco y que en presencia de otros se transforma. Tú, el invencible, el que no quiere amar ni ser amado, el que pone una barrera más alta que una montaña entre nosotros, pero que sabe que le encanta darme un beso en el momento menos esperado. Ese que me saca de quicio, que me apoya.

Tú, al único que puedo odiar y querer al mismo tiempo.  Todo porque eres tú.

No quedan días de verano.

El sol otea el cielo, observante, desafiante. Bajo mis pies, la hierba me acaricia cautelosa. Una brisa, un tanto fría, trae un recuerdo, un sentimiento, un nombre. Llámame loca, pero ha dicho tu nombre. Juego con la memoria y con mis sentimientos a imaginar que sería de nosotros si no te fueras, si te quedaras un tiempo más, o de como sería todo si esto hubiera pasado hace un tiempo, cuando nuestra única preocupación era si iba a hacer demasiado calor.

Me gusta jugar con tu mirada, despistarte, confundirte. Sabes perfectamente por donde voy, pero nos gusta demasiado el juego. Al fin y al cabo, estamos hechos de mas misma pasta.

Puedes ser mi medio limón.

Todo el mundo piensa que, tarde o temprano, va a encontrar a su media naranja. Esa persona con la que pasar el resto de tu vida, envejecer  y recordar años después todo lo que se ha vivido juntos. Quizás sea un amigo de toda la vida, alguien de tu clase de la universidad o un nuevo compañero de trabajo. La gente se pasa la vida buscando por algo que sea como ellos, para que de esa forma puedan encajar. Dos medias naranjas que puedan al fin, hacer un todo.

Pero, ¿dónde quedó aquello de que los opuestos se atraen? ¿La magia de ser diferentes?

Si tú, como yo, dejaste de buscar a tu media naranja, para despreocuparte de los problemas y vivir feliz, sabiendo que el destino ya hará su magia, puede que seas mi medio limón.

Mi turno de palabra.

Había mil cosas en mi cabeza que quería decirte, soltarlas así, sin más, sin pensar siquiera en lo que pudieras pensar. Empezar por la A y acabar por la Z, sin olvidarme ni una sola letra. Decirte todo lo que has sido para mi, lo que eres y lo que quiero que seas.  Quería contarte cada secreto, cada vez que he llorado, cada vez que he pensado en ti, cada noche en vela, y sin olvidar lo mucho que te he echado de menos. Pero todo eso pasa a un papel secundario cuando te tengo delante, pues las palabras son crueles amigas y muchas veces no llegan a expresar con exactitud lo que se siente.

 Por eso me he plantado delante de ti, quizás con la ayuda de un par de tequilas de más, y sin pensarlo dos veces te he besado. Pues si una imagen vale más que mil palabras, no se la conversión exacta de besos en palabras, pero seguro que gana por goleada. 

Ahora es tu turno de decirme todo eso que sé que no me has contado, y devolverme en besos todas las caricias que he dejado en tu espalda. 

Querido Don Nadie.

Sentado ahí, ajeno al mundo exterior, a lo que te rodea, a quien te rodea. Te crees todo lo que te dicen, mas puedes no creerte todo aquello que ves. Tú, inmerecedor de este mi amor, amor no correspondido, sal de tu cascarón y déjate querer, déjame quererte. Sal a caminar a mi lado, a mi vera. Ríete de mis gracias, enamórame con tu mirada, mas cuando salga el sol por la mañana, asegúrate de que sigo a tu lado, apoyada en tu almohada, esa almohada que tanto recuerdos, besos y caricias a guardado como secreto. Quiéreme, no necesites motivos. No temas las palabras de otra boca que no sea la mia. Siéntate conmigo a ver pasar el tiempo, los recuerdos, y recuerda que el sol es nuestro aliado si alguna vez nos vemos a oscuras. Creemos un camino para los dos, sendas inseparables, y que llegue hasta los confines de la tierra, de nuestra tierra. ¿De qué tienes miedo?  Olvida que existe lo demás, los demás, y empieza a vivir esta historia que ya empezando está.

Un cambio en la dirección del viento.

Me gusta sentarme delante del ordenador, con una taza de té y un recuerdo en los labios. Pensar en lo que hemos sido, en lo que no fuimos y en lo que no seremos. En el rumbo imprevisto de los acontecimientos, de nuestros sentimientos. Cómo cambiamos de opinión, y empezamos a ser diferentes.  

Me gustaría ser diferente y decirte tantas cosas. Si te hablo cállate, dejame decirte todo eso que yo me callé, ahora quiero empezar por un ‘’hola’’ y acabar con un ‘’para siempre’’.

Solo quería alcanzar el cielo, tocar de tu mano las estrellas.

Vuela alto, todo lo alto que puedas, donde el amor no te alcance y tampoco la tristeza te hiera.

Me gusta soñar despierta, cuando me aburro, cuando me pierdo en los apuntes o cuando me estoy a punto de dormir. Soñar que vienes, que vas, que me buscas y me esperas. Me hablas, te hablo, me dejas recostar la cabeza en tu hombro. Entonces los minutos pasan rápido, y mi mente ya no está aquí, si no allí, en ese lugar perfecto para mi, donde me besas, te beso y me coges de la mano para no dejarme volver a la realidad.

Se hace camino al andar.

+ Dime la primera palabra que se te pasa por la cabeza cuando te digo ‘’ Amor’'
-  Dolor.

+ Dolor? 
 - Si, dolor. Es fácil de comprender si lo miras desde mi punto de vista. El amor es complicado, implica muchos sacrificios, es dar tu vida, compartirla. Ahora piensa en qué quieres hacer dentro de 5 años, por ejemplo, ¿dónde quieres estás? Yo hoy estoy aquí, pero mañana ¡quién sabe! Es, en muchos sentidos, como un lastre.  Cuando te enamoras dejas de ser ‘’tú’’ para convertirte en ‘’nosotros’’. Todo lo que hagas va a tener repercusión en la otra persona, al igual que todo lo que él haga tendría repercusión en mi. Tendrás que dejar de ser egoísta y egocéntrico, no podrás hacer una cosa sin pensar antes si podría molestar a tu pareja. Yo quiero viajar, mucho, quiero conocer el mundo, salir, ir, volver. Soy nómada por naturaleza. Imagínate que me enamoro y la otra parte no se quiere mover de esta cuidad, ¿tendría que dejar de cumplir mis sueños y metas por eso? Pero es que tampoco yo le podría pedir que viniera conmigo a todos esos lugares que yo quiero conocer, porque no es lo que a él le gustaría. Habría ahí un choque. Siempre habría una parte que tendría que reprimir sus sueños por lo de su pareja. No es justo. Si la vida me quiere llevar a la otra parte del mundo no soy quien para negarme. Imagínate ahora estar enamorado de alguien alérgico a tu mascota. El amor es irracional, no entiende de felicidad individual, simplemente te marca un camino que no siempre va a ser el que deseabas.

Por el miedo a equivocarnos.

Delante de mi un hoja en blanco, con miedo a ser escrita, a ser manchada de pensamientos. La  tinta, cruel amiga de las verdades, no se quiere posar aún, quizás no sabe por donde comenzar. Una carta no estaría mal, quizás un poema pueda ayudar. Expresar lo que quieres no siempre es fácil, tienes que tener las cosas claras, y la cabeza fría. Mas cuando los sentimientos afloran a flor de piel ¿quién se puede reprimir? Quizás sea mejor darte la hoja en blanco, para que escribas tú el comienzo que deseas, ya me encargaré yo de que no tenga fin.

Te lo dedico a ti, amor de primavera.

+ No se que hacer, tengo miedo a perderte, porque todo lo que he pasado contigo es inolvidable.
- Lo que has pasado, no lo que estás pasando. Eso lo dice todo. 

No siempre lo que hacemos es lo mejor, y no siempre lo mejor es lo que nosotros queremos hacer.