8.05.2012

Te he estudiado de memoria.


Un reloj parado en mi muñeca marca las 8, quien sabe si de la mañana o de la tarde. La pila hace días que se gastó, casi tanto como nuestros labios. Por tu ventana comienzan a entrar los primeros rayos de sol del día. No se donde se esconden esas noches eternas de las que todo el mundo habla, mas no me voy a quejar pues las noches a tu lado suelen ser, cuanto menos, idílicas.
Qué fácil sería vivir como el reloj, parado siempre en un mismo instante. Dejar pasar las estaciones, las canciones, los problemas y complicaciones. Mirar y ver que estás ahí, tranquilo, paciente,  siempre a mi lado. Ganémonos la eternidad a caricias, besos y abrazos, y por si la pila guardaba aún algo de vida, procura no moverte de aquí, de mi lado.

Me hiciste una pregunta y no te he respondido aún.
Sí, yo también te echaré de menos.



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